Recuerdo hace muchos años cuando me compré mi primer PC aquella “e” azul en mi escritorio. ¿explorer? Mmm… suena exótico. ¿Que aventuras me deparará? Como casi todos los iconos que veía, acabé pulsando este. Pero no me llevó a un mundo maravilloso lleno de amena diversión sino a una pantalla blanca que decía que no tenía conexión. De este modo quedó olvidado en una esquina durante unos años. Tiempo después ya con un poco mas de recursos compré un modem de 56.000 baudios, como los de las películas, de aquellos que hacían mucho ruido al marcar, hasta los vecinos debían enterarse, pi-pi-pi-piri piiiii piiiii nanuuuu naanuuu cgggg… “ya esta conectándose otra vez a saber que mirará este por ahí” La Web a esas velocidades era como ver una película a cámara lenta. A fin de mes la primera factura fue escandalosa, uno intentaba controlarse pero con toda aquella información ante sus ojos, era difícil parar. El icono azulado se convirtió en el centro de toda mi atención, cuando los demás veían la tele, yo navegaba. Menos mal que empezaban a lanzarse tarifas planas, contraté una y de repente las noches se hicieron más cortas. Después llegaron el ADSL, firefox, el WIFI y aquella “e” azul volvió a su escondrijo de unos y ceros.
miércoles, 30 de mayo de 2007
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